Un martillo sirve para multitud de trabajos de bricolaje. Desde clavar púas en la madera, hasta derribar muros, pasando por dar forma a metales o ajustar las losas de una casa. El límite lo pones tú. Sin embargo, al ser una herramienta de uso tan amplio, hay que tener especial cuidado con cómo elegimos el martillo adecuado. Si eres profesional, seguro lo tienes claro, pero si eres un amante del bricolaje o te estás adentrando en el mundo del manitas, igual si que necesitas que te echen una mano los tipos de martillo que hay.
Elegir el tipo de martillo ideal para cada uno de nosotros no es difícil, siempre y cuando tengas claro el uso que quieres darle, la asiduidad de uso y el presupuesto del que dispones. Los tipos de martillo más comunes son:
El martillo ebanista es el más común para tener en casa, por lo que también se le puede llamar martillo universal. Los hay desde pequeñas dimensiones para tener en nuestra caja de herramientas, hasta medidas más grandes, pensadas para trabajos concretos y profesionales. El más común es de mango de madera, pero también los podrás encontrar en plástico o fibra de vidrio.
El martillo cerrajero o martillo de bola es un clásico dentro del mundo profesional. Se trata de un martillo contundente con una superficie redondeada en un extremo, y plana en el otro. Se usa especialmente para dar forma el metal y remachar. Digamos, que es apto para utilizar en cualquier superficie metálica, por su fuerza de golpeo. En cuanto a los materiales del mango, los podrás encontrar en madera o fibra de vidrio.
Ahora pasamos al martillo encofrador, o también llamado martillo de orejas. Este nombre le viene por uno de sus extremos que tiene forma de orejas, que sirven, entre otras cosas, para sacar púas clavadas en maderas. Es perfecto para trabajar en madera, hierro o aluminio.
Y por último, nombramos la maceta albañil. Se trata de una de las herramientas de albañilería más utilizadas. Tiene un mango corto que, junto con una pesada punta, ejerce una gran presión sobre el elemento a golpear. Sus extremos son romos, lo que permite un impacto mucho más fuerte. El uso más común dentro de la construcción es la demolición de paredes.
La maza suele ser una herramienta de grandes dimensiones, perfecta para trabajo de demolición. Dependiendo de su cabezal, puede ser para derribar paredes o para cortar troncos. Hay de diferentes pesos y medidas, dependiendo de la fuerza que se quiera ejercer.
Por último, existen otro tipo de martillo enfocadas a trabajos delicados. Este es el mazo de goma, perfecto para trabajos de azulejería o para poner suelos. De esta forma, conseguimos golpear la superficie y ajustarla sin estropear el material. Este es un mazo más específico y que solo lo utilizará el profesional, pero es bueno conocer todos los tipos de martillo que tenemos en el mercado.
Como has podido ver, el martillo no solamente es una de las herramientas de albañilería más utilizadas, sino que es perfecta para gran cantidad de trabajos y tareas, tanto dentro del hogar, como a nivel más profesional. Esperamos haberte ayudado a tener las cosas un poco más claras, y recuerda que si tienes cualquier duda, nuestra comunidad de expertos ferreteros estará encantada de echarte una mano.
